A nivel molecular somos muy sencillos, ya que todos los seres vivos que pueblan la Tierra están conformados por un reducido número de moléculas. De hecho, la materia viva radica primordialmente en largas moléculas en las cuales un preciso patrón se reitera constantemente, en oportunidades con pequeñas variantes. Además, algunas de ellas se pliegan de forma desarrollada, complicada e increíblemente precisa. Esto les facilita accionar como catalizadores, acelerando la agilidad de las reacciones químicas. A estos catalizadores son conocidos como enzimas. En esencia, tenemos la posibilidad de agrupar las moléculas de la vida en 4 grupos: azúcares (que aportan la energía), lípidos (cuya funcionalidad es primordialmente estructural, como la formación de membranas), proteínas (que ofrecen la maquinaria que facilita el desempeño celular) y ácidos nucleicos (que llevan la información). Resulta asombroso lo excepcionalmente selectiva que demostró ser la vida en el momento de elegir las molécula